¿el movimiento (4T) en decadencia?

Todos los movimientos sociales significativos en la historia, no solo de nuestro país, sino del mundo, tienen altas, bajas, traiciones, cambios, ganancias, pérdidas y aún así marcan un periodo de tiempo con la filosofía que pregonan y también millones de seres humanos se ven impactados o ven modificado su comportamiento gracias a esos movimientos, algunos de los cuales perduran con ellos y su descendencia a través del tiempo. Estos movimientos quedan enmarcados según los personajes que actúan en ellos, por convicción, por principios, por simpatía, por mero destino y hasta por amor.

La 4T es un movimiento, que quizá podamos catalogar como revolución, que, paradójicamente no usa armas de fuego, sino ideas y principios con los que la mayoría de políticos y ciudadanos mexicanos no estamos habituados a convivir o compartir y de ahí que la gran mayoría no entienda, aunque se identifique con las acciones de quien dirige este movimiento. Ahora, decir que el movimiento esta en decadencia no es precisar que quien lo encabeza lo esta, pues los movimientos históricos que han vivido las sociedades no decaen por quienes los dirigen, sino por quienes los acompañan. De esto parte el comentario que hoy nos atrevemos a redactar.

Desde el punto de vista muy particular de quien esto redacta, el movimiento tiende a tomar rumbos poco claros, incluso poco contrarios a los principios que le dieron origen, pues a éste se suman personajes poco dignos de lo que se pregona, incluso contrarios en filosofía y principios. Ver personajes deleznables sumándose al partido político que «representa» al movimiento social encabezado por el presidente, brinda a todas luces, que el pragmatismo político rebaza por mucho los principios y valores en los cuales millones hemos creído. Es como cuando Madero no reparte las tierras, principio social por el cual Zapata se suma al movimiento revolucionario convocado por el defenestrado presidente y que, a causa de lo mismo, los campesinos revolucionarios del sur no acuden a defenderle cuando Huerta da el golpe de estado. Así es, perdió las simpatías y aun con las advertencias que Villa le dio a Madero, éste nunca entendió y prefirió mantener personajes detestables que fueron quienes al final le asesinaron. Hoy vemos cosas parecidas, gente poco coherente con principios políticos, morales y éticos se suman a Morena contraviniendo la base principal del movimiento y, aunque los tiempos son diferentes, el presidente no puede con todo, pero su partido, quedando pequeño de miras, se presta para bajezas y torpezas políticas que sin duda a partir de 2024 saldrán extremadamente caras.

Las personas que comulgamos, no con el partido, sino con el propósito del presidente, debemos tener en claro que a partir del 1 de octubre de 2024 quedaremos huérfanos de líder, pues el presidente ha prometido retirarse por completo de la política y por tanto de actos de proselitismo. Entendamos que a partir de entonces seguiremos por un camino sombrío, pues el partido político que supone debe aglutinar toda esa montaña social, no es ni siquiera capaz de asumir autocritica, enmendar y corregir el rumbo, se encasillaron en lo que siempre se ha visto en la política y no se ha entendido que la sociedad ha dado un salto evolutivo en el entendimiento y opinión de políticos, política y muchas otras cosas que le atañen, estén o no de acuerdo con el presidente, sin duda, es él quien los ha involucrado en la discusión, lo quieran o no.

Si, actualmente, todo parece indicar que en 2024 volverá a ganar morena la presidencia de la República, sin embargo a partir de entonces el panorama será incierto. Dentro de morena existen personajes oscuros, algunos de los cuales no tienen empacho por decir que aspiran a ser candidatos, pero lejos de mantener una lealtad a un movimiento o proyecto de nación, obedecen a una mera ambición personal, misma que han demostrado cuando fueron gobernadores en sus estados natales. Se corre el riesgo de muchas cosas, pues sin duda y sobre todo, la perdida de un movimiento que aglutino no a políticos, sino a toda una sociedad que se sentía excluida, abandonada, que padecía de injusticia, de violencia, de abandono. Los políticos a los que me refiero y que ostentan cargos en el senado o en el gobierno, son una mera suerte del resultado de la lucha de un solo hombre, cuyos principios y valores no son compartidos por la mayoría de una sociedad que se acostumbro a vivir bajo la tranza y el lodazal de la corrupción. Aunque muchos entendemos el propósito, obviamos el hecho de que también se requiere un esfuerzo propio para lograr un anhelo tan sublime, como ser una sociedad madura, que hace las cosas bien, que progresa con sentido ético, moral, civil y que trabaja con el propósito de mejorar sus condiciones de vida, no solo económicas, sino también de convivencia y armonía.

No, la 4T no esta en decadencia, porque la sostendremos miles, quien esta en decadencia, más bien, quienes nunca salieron de ella, son políticos que conforman ahora a morena, que están lejos de comulgar y creer en el fondo y la filosofía que enarbola el presidente, son ellos que lejos de entender, pragmatizan su actuar permitiendo que la derecha, sus ideas y sus representantes, fluctúen a través del partido con más posibilidades de representación que quienes llevan años luchando por los cambios sociales que requerimos de urgencia. Se ataron a las viejas mañas donde es fácil cambiar de camiseta, pero cuya esencia es la misma. Ojo, se podrá cambiar de color, pero nunca de principios y por estos hay que luchar siempre, pues no basta con tener propósitos, éstos deben ser acordes al necesidad y quizá en atención al sufrimiento de millones que claman justicia, porque justicia no solo es el cumplimiento de la ley, es también tener alimento en tu mesa, a tener la posibilidad de luchar por una vida digna acorde a tus virtudes, a lograr alcanzar sueños, por pequeños que parezcan, pues no todos anhelamos riqueza, a veces, simplemente queremos tener una vida lo suficientemente digna como para no preocuparnos por qué habremos de comer mañana y quienes tenemos esa posibilidad, por mero humanismo, debemos luchar para que otros alcancen a cubrir esa necesidad. Pero entre los individuos, como también entre los países, no se puede ayudar a quien no lo desea, porque dar solo por hacerlo envilece a quien recibe cuando éste no tiene el propósito siquiera de luchar por la vida misma, paradójicamente, en esto último no caben lo pobres, sino muchos políticos rapaces, incongruentes, ruines y malintencionados que quieren recibir todo sin dar nada a cambio.

A lo que voy es simple, quienes nos sentimos identificados con el proyecto del presidente y que no estamos incluidos dentro de los partidos políticos, debemos prepararnos para conformar grupos de trabajo donde se permita la expresión de ideas y se trabaje con el firme propósito de continuar con la labor iniciada por el presidente a pesar de los políticos en turno y los venideros. El principio es sencillo, la política cooptada por familias o grupos no debe continuar, pero para ello, las personas comunes y corrientes debemos sumarnos desde nuestra sencillez, con el único y firme propósito de mantener viva la lucha, porque esta es social y para la sociedad, nunca para empoderar políticos, si acaso, crear y llevar nuevos políticos y políticas que den un rumbo distinto al país.

En verdad creo que los políticos actuales no han entendido el cambio de paradigma, ni tampoco entienden a la sociedad, viven encasillados en un pasado que aprendieron y que no brinda mejores posibilidades para nosotros. Cambiemos México desde nuestras trincheras, día con día, con propósitos, con anhelos, con visión de herencia a las futuras generaciones, donde la libertad se refleje en pensamiento, creación, comunión y se diversifique en la plenitud humana de quienes habitamos y habitaran estas tierras. Mas pueblo, menos políticos, mas sociedad, menos pragmatismo.

La lucha es una constante en quienes se saben poseedores de su lento y corto paso por la vida, entonces, luchemos.

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