México, la guerra no declarada y sus fondos.

El robo de la elección presidencial de 2006 representa, hoy, en 2021, una guerra civil no declarada. Entiéndase tal cual ante la realidad que nos atañe, pues nuestro país es el más violento donde no hay una guerra declarada en sí misma, ya sea interna o en conflicto con otro país. Los factores son muy diversos, pero sin duda uno de los orígenes data de la ocupación de la máxima magistratura del país por parte de dos nefastos personajes, Felipe Calderón (2006 – 2012) y Carlos Salinas (1988 – 1994), quienes, casualmente, ninguno gana la elección presidencial, pero cometen un fraude que los coloca en la posición presidencial, con los costos para los mexicanos que trataremos de describir más adelante.

Intentare con solo dos eventos o acciones de los gobiernos de Salinas y Calderón, mostrarle la estrategia que hubo de detrás de las mismas para someter al país a intereses poco dignos, claro, utilizando a políticos mezquinos, corruptos y que solo vieron por sus propios intereses, aunque acepto, que en algunas ocasiones actuaban genuinamente, pues su forma de pensar obedece por completo a ideas, que en medio de su desapego hacia el país, ellos creían lo mejor, y quizá, también le relacione este par de presidencias con otra, que con un afán pendenciero, se aceptaron algunas cosas vergonzosas que todavía nos afectan y me refiero a la presidencia de Álvaro Obregón.

Aunque el movimiento llamado neoliberalismo económico se comenzó a inyectar en México después de 1980, cuando los Chicago Boy´s comenzaron a tomar fuerza con la presidencia de Reagan en EE. UU y la primer ministra Margara Thatcher en Reino Unido, la realidad es que no fue sino hasta la presidencia de Salinas (1988 – 1994) y Zedillo (1994 – 2000) donde se impusieron a rigor. Por si no lo sabe, el primer país donde se ensayaron ese tipo de practicas económicas fue en Chile, durante la dictadura de Pinochet, régimen, por supuesto, avalado por los países que hoy llevan democracia y libertad a todas las naciones del mundo (lease con sarcasmo) y casualmente fue ahí, un país bajo dictadura, donde no hubo democracia social, pero si liberalismo económico, donde hasta el agua puede tener dueño. El dictador que dio un golpe de estado a un gobierno democrático encabezado por Salvador Allende, puso en practica todas las doctrinas de los Chicago Boy´s basando su implementación con el uso del terror a la sociedad, persiguiendo políticos opositores, asesinando gente, suprimiendo protestas e implementando un control totalitario del país, así que, se cumple el hecho de que una sociedad confundida, amedrentada nada puede hacer para organizarse y oponerse a las nuevas normas, al contrario, preocupados y ocupados por sobrevivir a un régimen de terror, solo pensaban en mantener su propia vida a salvo y de ahí que se implementaran todas las recomendaciones económicas del nuevo sistema, que van desde la privatización de la educación hasta del agua.

Usted, en su eterna curiosidad se preguntará ¿Qué tiene que ver Chile con México y las presidencias de Salinas y Calderón?, pues mucho, ya que al ver los resultados en Chile, esto se hizo en todos lados, incluidos, por supuesto, el propio EE. UU. y Reino Unido, así que países como el nuestro no podrían quedar atrás, además de que nos encontrábamos gobernados por políticos cada vez peores y de peor calaña, con ningún sentido patriótico o nacionalista, así que acá no tuvieron que bombardear Los Pinos o Palacio Nacional como en Chile, simplemente colocaron al frente de nuestros gobiernos peleles que pudieran ser manejables y por supuesto, que hayan sido educados en escuelas de pensamiento neoliberal. Algunos se han casado con la idea de que la libertad económica va directamente relacionada con la democracia, es decir, que entre más libre sea el mercado, más libertad democrática tiene un país y la realidad es que no, muchos regímenes dictatoriales sirvieron de laboratorio para implementar esas políticas rapaces, pero una vez implementadas en su totalidad, puesto que no habría forma de impulsarlas más que a través de la imposición, las dictaduras o regímenes fueron cambiando a pseudo democracias, donde se podría votar por los nuevos líderes políticos, pero no por cambios socioeconómicos. Y luego, después de todo, viene el producto más fascinante del neoliberalismo, pobres creyendo que no lo son, personas incapaces de allegarse cierto nivel de vida, creen que con tener acceso a ciertas comodidades del sistema, poseen un grado de vida mejor que muchos, pero la realidad es que viven una pobreza multidimensional que, si bien pueden comprar una casa a crédito, no pueden ni podrán pagarse otras tantas cosas y son, lastimosamente, estos individuos los que defienden ese sistema, aún viviendo la decadencia social que impera en todos lados. Así que si, son, el mejor producto del neoliberalismo, individuos enajenados que creen que no son lo que realmente viven.

Así que, ahora veremos el porque Salinas fue importante para el neoliberalismo mexicano y porqué con Calderón se sembró la decadencia social más cruel que padecemos. Partamos de la premisa de que para que el neoliberalismo pudiese implementarse en México, el poder del estado debería disminuirse, por tanto, la estrategia consistió en enajenar toda la riqueza pública y privatizarla, es decir, las empresas del estado pasarla a manos privadas. Estas empresas, como deben saberlo, fueron desde comunicaciones (TELMEX, Tv Azteca), bancos, ferrocarriles, etc., etc., donde de 1988 a 2000 prácticamente todas las empresas de industria pesada (excepto Pemex y CFE) pasaron a manos de privados e incluido el sector financiero con los bancos, muchos de los cuales hoy son de los hombres y mujeres más ricos del mundo y por supuesto, beneficiándose también los políticos, pues hay exfuncionarios de todos niveles que hoy son millonarios sin ningún esfuerzo, más que ser políticos de oportunidad u oportunistas políticos.

Sigamos. Entendido de que las políticas neoliberales no pueden implementarse mas que en sociedades amedrentadas, la estrategia del desorden y el miedo se usa como potenciadores, de ahí que las elecciones de1988 y 2006 sean la clave para muchas cosas.

En México, previo a 1988 ocurrieron dos crisis económicas muy fuertes, dando paso a un movimiento democratizador encabezado por Cuauhtémoc Cárdenas, hijo de Lázaro Cárdenas (expropiador del petróleo y el mejor presidente del siglo XX), quien se lanza para la presidencia a través del Frente Democrático Nacional y que, sin duda gano la elección, pero el estado, todavía fuerte, fraguo el fraude electoral para mantener los planes previstos para México.

Si nuestro vecino pregona estar a favor de la democracia, ¿porqué avalo y reconoció la presidencia de Salinas y 18 años después la de Calderón?

Sencillo, obedecía a sus intereses. Salinas comienza con un propósito privatizador acorde a las políticas neoliberales, además implemento un sistema económico y de prebendas sociales que permitieron apaciguar los ánimos posteriores a la elección presidencial, pero en cuyo sexenio se fraguo el catalizador más importante de la imposición de políticas económicas en este país, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Este acuerdo nos coloco todavía en una mayor desventaja competitiva de la que teníamos, pues nos convertimos en un país manufacturero y con ello, desechamos toda posibilidad de creación de riqueza a través de la generación de una industria pesada propia, desarrollo de tecnología, descartando la autosuficiencia alimentaria y un sin fin de males crecientes a partir de entonces. El TLCAN fue y es el instrumento de operación económica a través del cual, México aporta territorio y mano de obra barata, pero donde no se genera riqueza ni su justa distribución, sino que se concentra en pocas manos, propio del sistema neoliberal, donde son pocos con demasiado y millones con muy poco o nada. Pero, a pesar de Salinas y de Zedillo, hubo un par de industrias, que por su arraigo social no podían tocarse del todo, me refiero a Pemex y CFE y ahí la implementación de otras estrategias para hacerlas obsoletas e inoperantes. Entiéndase que reconocer el triunfo de Cuauhtémoc Cárdenas en 1988 hubiese significado un cambio de rumbo para México en todos sentidos, lo mismo en 2006 con AMLO. De entrada con el primero no hubiese existido el TLCAN y mucho menos las privatizaciones, pues Cuauhtémoc, a pesar de todo y de él mismo, es heredero de un titan de la historia mexicana, al fin y al cabo era hijo de Lázaro Cárdenas y los gringos no permitirían otro Cárdenas en este país.

Aunado a todas las políticas económicas que se implementaban en el país, durante el régimen de Carlos Salinas, la oposición (excepto el PAN) sufrió numerosos asesinatos de líderes, mermando así la capacidad de movilización y organización de las fuerzas sociales que impidieran la implementación de políticas contrarias al bienestar de los mexicanos. Por eso, el neoliberalismo se implementa solo a base del terror, el miedo, el desorden y la confusiones sociales, porque de otra forma seria imposible su emancipación.

Ahora, el fraude del 2006 que posiciona a Calderón en la presidencia. Solo abordaré un tema, el narcotráfico. Bien, a partir de Vicente Fox, el auge del narcotráfico en México, es decir, el consumo de drogas aumenta desproporcionadamente, convirtiendo a este país no solo en territorio de producción, llegada y paso de las drogas, sino de consumo. A partir de 2001, con los atentados de las torres gemelas en USA se puso en marcha todo un plan de control de países, claro, los mas afectados Afganistán, Irak, Siria, Libia, etc., pero a nosotros nos pasaron otra factura, convertirnos en un país de drogadictos, unos a las drogas, más que nada sintéticas y otros a las deudas, juventud desperdiciada, pero cuyo sacrificio estaba planificado. Obedeciendo al plan de desmantelar Pemex y CFE, llega a la presidencia vía fraude electoral FECAL, que lo primero que hace es declarar «la guerra contra el narcotráfico», justificado por el crecimiento y descontrol de éste durante el gobierno de Fox y hay que decirlo, la mayoría de la sociedad estuvo de acuerdo con ello, pensando estúpidamente que seria una estrategia integral, sin embargo, solo nos sumieron en una violencia cada vez más sádica. Pero ¿por qué?. Sencillo, repito, una sociedad aterrorizada difícilmente se puede organizar contra acciones tomadas por el gobierno que contravienen el bienestar social o los intereses de la nación. Ahora no solo estábamos inmersos en un consumo de drogas cada vez mayor, sino a una violencia no vivida en décadas. Somos el país «SIN GUERRA CIVIL O CONTRA OTRA NACIÓN», con más muertes violentas en el mundo, de ahí el titulo, del presente texto.

Durante 12 años (2006 – 2018) la supuesta guerra entre el estado y los grupos de narcotraficantes han mantenido en vilo a la sociedad, tanto, que la violencia ha cobrado centenares de miles de vidas y ha recrudecido una desarticulación social iniciada con Salinas (con la destrucción del Ejido) y es aquí la estrategia. A partir de Salinas, Pemex y CFE dejan de recibir inversiones en la generación de infraestructura como tal, Pemex deja de construir refinerías y CFE solo construye unas cuantas plantas, casi todas hidroeléctricas, pero con el propósito de escindir esta ultima en partes y venderla. A Pemex lo dejaron hacerse chatarra y a CFE la dividieron es varias empresas, es decir, la desarticularon con el fin de privatizar esas empresas. Así que, mantenernos viviendo bajo una violencia cada vez mayor, impedía que la sociedad se organizara para impedir la reforma energética que se corono con Peña Nieto en 2013 a base de sobornos a legisladores como Anaya y algunos gobernadores en turno, donde se daba la estocada final a las empresas del país que Salinas comenzó a malvender. El liderazgo de Cuauhtémoc Cárdenas se desinflo después de la elección de 1994, pero para 1997 surgió un liderazgo que alcanza auge de 2000 a 2006 y me refiero a Andrés Manuel López Obrador, quien, bajo un sentimiento nacionalista enarbola las principales cusas sociales, pero de haberle reconocido su triunfo en 2006 ahora no estaríamos padeciendo tanta violencia y las empresas estatales serían más fuertes, en un claro beneficio social. De la presidencia de Calderón y causa de la supuesta guerra contra el narcotráfico, México firma el Acuerdo Mérida para el combate a la delincuencia organizada, pero, si lo vemos al tiempo, sus propósitos eran otros, más que nada, someter al ejercito y la marina al comando norte de EE. UU., como parte de su área de seguridad doméstica, realmente nunca les importo la violencia que padecemos, sus intenciones siempre han sido otras. Entiéndase la estrategia de Calderón y su guerra con solo nombrarle a un personaje, Genaro García Luna, Secretario de Seguridad Pública, quien le ordenaba a la entonces Policía Federal, hacer y deshacer a sus anchas, ¿ahora entiende porque era más peligroso un policía federal que un delincuente?, simple, tenían el uniforme y la ley en el bolcillo. ¿Qué tanto tuvo que aceptar Calderón para sumirnos en la debacle social que todavía padecemos? Lo dejo a su imaginación.

No lo dejare con la interrogante de en qué se parecen la presidencia de Obregón, Salinas y Calderón, todos ellos, en su urgencia por ganar el reconocimiento como presidentes por parte de los Estados Unidos de América, aceptaron acuerdos con ese país que hoy, en 2021, nos tienen sumidos en una vorágine de violencia, mala educación, infradesarrollo humano, social, concentración de riqueza, perdida de identidad, enajenación, desarraigo y con una profunda crisis humanitaria.

Si, la presidencia que hoy encabeza Andrés Manuel López Obrador era urgente, necesaria. Quizá usted no alcance todavía a dilucidar el porqué de mi afirmación, pues entiendo que quizá usted sea un producto más del neoliberalismo, si, ese que le ha hecho creer que usted es harina de otro costal, pero la verdad es una acérrima enemiga de las nimiedades de personas como usted, que creyendo que con «irle bien» de momento, es mejor y vale más que todos aquellos que hoy reciben un apoyo gubernamental, nada más lejos de la realidad. El bienestar de la mayoría significa que todos podremos vivir con mayor tranquilidad y seguridad en el futuro, no es tarea fácil, pues no se puede ya romper con el tratado de libre comercio (hoy TEMEC), ni con años de atraso tecnológico y educativo, tampoco con una guerra no declarada que nos mantiene inseguros, pero si se puede iniciar con los cambios paulatinos que permitan que otras generaciones gocen de mejor calidad de vida y tengan acceso a un estado de bienestar que usted y yo no hemos vivido hasta hoy.

No deseo extenderme más en un texto que se antoja complicado por extensión y explicación de hechos, solo he mencionado someramente lo que considero más importante y que marcaron, sin duda, a nuestro país. Si usted es un tipo que trabaja todos los días para vivir o sobrevivir, permítase aceptar que la realidad que tenemos ahora es producto de personajes tan ruines como Salinas, Zedillo, Fox, aun más Calderón y Peña Nieto. Si usted debe la casa en qué vive, el coche, hasta las camas, agradézcaselo a esos presidentes que implementaron un sistema económico contrario a los intereses de la población y además a través de acciones coercitivas como la violencia, pues es bien sabido que cada vez usted puede comprar menos y continuamente deberá trabajar más por lo mimo. Hágase otro favor, razone las verdades, vea a través de la historia y no de la pantalla.

Ahora un ejercicio de imaginación: póngase a pensar, de haber continuado con los tecnócratas y neoliberales en la presidencia, de esos que entregan todo a las corporaciones ¿Cómo estaríamos en 10 años más tomando en cuenta lo que acabo de redactarle desde Salinas y proyéctelo a futuro?

Lo que esta haciendo AMLO es similar a lo que hizo Lázaro Cárdenas en su momento, si, solo colocar las bases para una etapa diferente, pues el progreso real en México ocurre después de 1940, año en que Cárdenas deja la presidencia y es a partir de entonces que creció la economía, hubo el desarrollo social, se construyeron las carreteras, muchos hospitales, etc., así que tenga paciencia, que esto apenas comienza.

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